Archidona (Málaga)
Profesión de Sor Mª Francisca

CRONICA DE LA PROFESIÓN DE VOTOS TEMPORALES DE

SOR Mª FRANCISCA MUTHINI MUTUKU (2 DE FEBRERO DE 2013)

 

En este Monasterio de Santa Eufemia de las Monjas Mínimas de San Francisco de Paula, el día 2 de febrero, solemnidad de la Presentación del Señor y día de la vida consagrada, ha tenido lugar la Profesión de votos temporales de Sor Mª Francisca del Niño Jesús (Verónica Muthini  Mutuku), natural de Kenia.

A las 12 h. del mediodía, al toque del Ángelus, los religiosos de las distintas Congregaciones que hay en Antequera, así como el Arcipreste, Rvdo. D. José Amalio y otros Sacerdotes venidos de fuera,  entraron en el  templo en procesión desde la Plaza de Santiago, donde había tenido lugar la bendición de las candelas. En el atrio de la Iglesia se unió  la neoprofesa. Abría la procesión el Cirio Pascual, que fue colocado en el Altar en un sitio preferente.

 La Iglesia se llenó de religiosos y fieles que esperaban con gozo dicha celebración.

 El capellán de las Mínimas, el padre trinitario Domingo Reyes presidió  la Eucaristía concelebrada por 16 Sacerdotes, en la que Sor Mª Francisca, en presencia de toda la asamblea, después del interrogatorio y de manifestar libremente su propósito de seguir más de cerca a Cristo en la familia Mínima, emitió sus Votos en manos  de la Correctora, Madre Mª Francisca Valdelomar. 

 Una vez hecha la Profesión Religiosa, con el signo del abrazo, la Comunidad acogió a la nueva profesa.

 En su homilía el Rvdo. P. Domingo Reyes, destacó que la consagración es una seducción de Jesús y es un dejarse seducir por Él, para que Él sea todo en nuestra vida.

 Una Religiosa Franciscana, un novicio Trinitario y una seglar la acompañaron a llevar las ofrendas al Altar, mientras se cantaba un canto en (Swahili), su dialecto, con instrumentos propios de la tierra africana.

 Al final de la Misa la profesa dirigió unas palabritas de agradecimiento a la asamblea. En ellas manifestó su alegría a los presentes y a los que la desearon la enhorabuena desde sus lugares. No se olvidó  de su querida familia  y en su dialecto les dirigió unas palabras. Pidió oraciones para ser fiel a su vocación y prometió sus oraciones para interceder por todos.

 Fue una celebración muy sencilla, pero muy bonita.