| PROCLAMACIÓN DEL AÑO DE LA MISERICORDIASiempre  tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia. Es  fuente de alegría, de serenidad y de paz. Es condición para nuestra  salvación. Misericordia: es la palabra que revela el misterio de la  Santísima Trinidad. Misericordia: es el acto último y supremo con el  cual Dios viene a nuestro encuentro. Misericordia: es la ley fundamental  que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros  al hermano que encuentra en el camino de la vida. Misericordia: es la  vía que une Dios y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de  ser amados no obstante el límite de nuestro pecado.  (Misericordiae vultus 1 y 2, para seguir leyendo puede descargarse abajo).
 El  Papa Francisco proclama el Añor de la Misericordia el 11 de Abril, en  las vísperas de la Divina Misericordia mediante la bula "misericordiae  vultus". El jubileo de la Misericordia comenzará el 8 de diciembre 2015.
 
 "Jesucristo  es el rostro de la misericordia del Padre. El misterio de la fe  cristiana parece encontrar su síntesis en esta palabra. Ella se ha  vuelto viva, visible y ha alcanzado su culmen en Jesús de Nazaret. El  Padre, «rico de misericordia» (Ef 2,4), después de haber revelado su  nombre a Moisés como «Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira, y  pródigo en amor y fidelidad» (Ex34,6) no ha cesado de dar a conocer en  varios modos y en tantos momentos de la historia su naturaleza divina.  En la «plenitud del tiempo» (Gal 4,4), cuando todo estaba dispuesto  según su plan de salvación, Él envió a su Hijo nacido de la Virgen María  para revelarnos de manera definitiva su amor. Quien lo ve a Él ve al  Padre (cfr Jn 14,9). Jesús de Nazaret con su palabra, con sus gestos y  con toda su persona, revela la misericordia de Dios.
 
 
 |