Acontecimientos
Navidad 2006

FELICITACIÓN

Os deseo a todos que vivamos fraternalmente unidos en el seno de cada familia ante la acogida gozosa de la Encarnación del Verbo, con la esperanza de quedar empapados de su humildad, iluminados por su Verdad y abrasados por su Amor, para que nuestras vidas pueda iluminar a todos los hombres con la FE y la PAZ.
A todos os tenemos presentes ante la cueva de Belén para que el Divino Niño os colme de sus mejores dones y gracias.
¡ Santa y gozosa Navidad !

La Federación de Monjas Mínimas

MENSAJE DE NAVIDAD

Celebramos con inmenso gozo la celebración de la Natividad de nuestro Salvador, misterio del inmenso Amor de nuestro Dios.
Misterio tan gozosísimo como nos viene recordando la liturgia, exhortándonos al regocijo y a la exultación ante el amor que nuestro Salvador viene a derramar sobre cada uno de nosotros y que nos arranca una honda gratitud hacia tal donación y un inmenso gozo por haber sido llamados a recibirle. El contemplar y ver a Dios encarnado chiquitín, débil, en brazos de María, con José, en la realidad del establo, nos arranca la ternura más honda de nuestro amor y de nuestro ser más profundo por ese NIÑO DIVINO, y desde ahí hemos de ahondar en su Encarnación redentora que nos purifica de todo ese ser viejo, que inconscientemente llevamos dentro, dándonos su vida divina para hacer nuestro todo lo suyo en novedad de vida y así, quedamos entrelazados personalmente con su vida y con su misión de la que participamos por nuestro bautismo. Por ello, hemos de tener como música de fondo esta Navidad, según el pensamiento de San Pablo: este Niño es Dios que se ha encarnado por mi amor.
Dios quiera regalarnos a cada uno en esta Navidad, que a fuerza de mirarlo y estar en la Cueva, nuestra intimidad más profunda quede abierta a su gracia y a su amor, empapados y realmente sellados con la humildad del Verbo encarnado, para después desde lo profundo de nuestro corazón, vivenciar gozosos esa humildad del Divino Niño en nuestro diario vivir entre nuestros familiares y amistades, que brotará de nuestro interior como de una fuente que esté siempre manando la sencillez, dulzura y mansedumbre de la humildad, de encontrarnos a gusto dentro de cuanto supone esta virtud de olvido propio y olvido quizás de los demás, de ese estar gustosos con cuanto nos llegue de los otros, de ese estar en asiduo servicio a cuanto los demás necesiten, de ese darnos en amor total, de ese abrazar lo oculto e ignorado. Ciertamente que será un riquísimo regalo de Navidad que del Niño Dios podemos recibir si nos abrimos a su gracia y a su Amor.
Os exhorto a que pongamos entre nuestras más primarias y necesarias ocupaciones de esta Navidad, el pasar muchos ratos junto a María, José y el Niño Dios y sin duda podrá ser una Navidad que nos marque una etapa fecunda en nuestra vida y no solamente para nosotros sino también para toda la Iglesia y toda la Humanidad. Fecundidad ciertamente urgente ante las realidades concretas que estamos viviendo en España.
Esta situación no es para lamentarnos, sino para poner manos a la obra en nuestra santidad cada día más creciente, que es la aportación que nos corresponde y a la que estamos obligados por nuestro bautismo. Nos ha de impulsar fuertemente todo esto a responsabilizarnos del momento histórico en que nos ha tocado vivir, y hacerlo de forma serena, sosegada, pero en un trabajo espiritual intenso, coherente, firme, eficaz como requiere la situación. No podemos ni debemos eludir esta responsabilidad para vivir nuestra misión eclesial.
Que aportemos en el seno de nuestras familias y de nuestros ambientes un cálido y ardiente ambiente fraterno para disfrutar de la unión y de la paz de estos días de Navidad.
¡ SANTA Y GOZOSA NAVIDAD!
Presidenta de la Federación