Jóvenes
Una llamada a la totalidad

*Estoy buscando….Necesito una luz en mi vida

 San Francisco de Paula
puede ser tu luz y guía
 
Francisco abandona el mundo, siendo muy joven y se va al desierto abrazando una vida de oración y penitencia dedicándose por entero a Dios.
En pleno Renacimiento, cuando el hombre quería ser...como Dios...en una sociedad corrompida, en un ambiente de tensiones y guerras entre distintos países...cuando el mundo cristiano perdía su auténtico valor evangélico...surge una figura:
 
FRANCISCO DE PAULA
 
Muy pronto los jóvenes, ven en Francisco un rayo de luz que les da respuesta a sus inquietudes más profundas y les sirve de guía para vivir el EVANGELIO. Así es como comienza la Orden de los Mínimos al sur de Italia.
En España un grupo de jóvenes, atraídas por el estilo de vida de Francisco,
deciden vivir su misma vida.
Hoy, desde distintos lugares, las Monjas Mínimas testimonian ante el mundo la supremacía del Amor de Cristo con su dedicación total a Dios en la contemplación,
en una vida de oración y penitencia por todos los hombres.
 
*  Creo que Dios me llama pero ¿dónde?
 
Si vas viendo claro que Dios te llama, aquí tienes unas pistas por si estás llamada a esta sencilla vida Mínima,
para la que se necesitan deseos máximos.
 
Las MONJAS MÍNIMAS, entregan a Dios gozosamente toda su existencia
 habiéndole elegido como su Amor Supremo,
en una vida íntegramente CONTEMPLATIVA
Viven su consagración en un clima de soledad y silencio evangélico.
Habiéndolo dejado todo, con plena LIBERTAD
tratan de llegar a la PURA Y ASIDUA ORACIÓN

Las Monjas Mínimas abrazan la penitencia de vida cuaresmal en continua conversión de mente y corazón para configurarse con Jesús Crucificado que ha entregado su vida por todos los hombres

 La Mínima con su vida evangélica está llamada a ser lUZ
para conducir a los hombres a la amistad con Dios.
Su DONACIÓN Y ENTREGA,  en la alegría de la comunión fraterna,
revierte en beneficio de todos los hombres a quienes consideran sus hermanos
 y de quienes se hacen VOZ ante Dios
para alabarle, darle gracias y pedir por todas sus necesidades.

Viven en y para la Iglesia en la alegría de Cristo Resucitado, 

fruto de una vida de conversión cuaresmal.

El amor a Cristo alienta su entrega
y es el fin al que dirigen toda su existencia.
La Caridad Es el lema de la Orden de los Mínimos.
 Tres pilares de la Orden de los Mínimos:
Penitencia, humildad, caridad