Saltillo (México)
Bendicion de la primera piedra
Bendición de la primera piedra de la Iglesia del Monasterio de San Francisco de Paula de las Monjas Mínimas en Saltillo (México)
 
 
El sábado 19 de Septiembre de 2009 se bendijo la primera piedra de la futura capilla de nuestro Monasterio, que será dedicada a San Francisco de Paula.
La celebración especial para dicha bendición se realizó con la presencia de nuestra pequeña Comunidad, los dos obispos Fray Raúl Vera López  y  emérito Don Francisco Villalobos Padilla, el Lic. Marcelo Sánchez de Valle, en representación del Gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, la Señora María Luisa Reyes,que representaba al Director General del DIF Voluntariado, Lic. Guillermo Ponce Lagos Gutiérrez, el P. Juan Carlos Rodríguez Salazar, Corrector del Convento de los Padres Mínimos, un grupo de Monjas Juaninas,    las Religiosas Misioneras Siervas de la Divina Misericordia, las Oblatas de Santa Marta, que animaron toda la liturgia con cantos apropiados, las Hijas de María Inmaculada de Guadalupe, las Siervas de la Eucaristía, los hermanos Terciarios de la Orden Mínima Seglar de San Francisco de Paula, además laicos y laicas.  
En la homilía, el Obispo Raúl Vera López invitó a los presentes a escuchar la Palabra y ponerla en “práctica”, además de resaltar a Jesucristo como “la piedra angular” en donde se debe construir la fe de todo ser humano como hijo de Dios.
Además resaltó la contribución de las Monjas Mínimas a la sociedad a través de “la oración contemplativa y penitencial”, carisma que desarrollan y para el cual fueron fundadas. 
Después, dirigiéndose expresamente a nosotras, el Obispo nos dijo:
“Pidan a Dios por nosotros para que no nos falte el espíritu de justicia, de honestidad y no nos lancemos a arruinar a nuestros semejantes porque esto es no tener valores, ni sentido moral”. 
Afirmó también que aunque las Monjas vivan en el claustro, saben lo que está pasando en el mundo, por lo que piden a Dios “el crecimiento de las personas y una verdadera sabiduría para escucharlo y hacer lo que Él quiere, sobre todo en este momento tan difícil que vivimos en México”.
 Al final se llevó a cabo el rito de la bendición. 
El Obispo invitó a la Madre M. Margarita Bichi a leer la leyenda inscrita en el pergamino que decía así:
 
Bendición de la primera piedra de la Iglesia
del Monasterio de San Francisco de Paula
de las Monjas Mínimas en Saltillo (México)
por el Obispo Fray Raúl Vera López (O.P.)
 bajo el Pontificado de Benedicto XVI
Saltillo 19 de Septiembre 2009
Seguidamente firmó el pergamino e invitó a hacer lo mismo al Obispo emérito, a las autoridades civiles, a nosotras, al ingeniero encargado de la construcción, al Corrector de los Padres Mínimos, a unos Terciarios Mínimos, a algunas Religiosas y a las personas más cercanas a nosotras.
Una vez terminadas las firmas, el Obispo roció con agua bendita el  pergamino junto con las medallas y las monedas, y se guardó todo en un tubo de cobre, el cual se introdujo para la historia en el block de cemento, que constituye la primera piedra.  De frente a la misma había una placa con la inscripción de la bendición.
A continuación el Obispo puso el báculo encima de la piedra para significar que en la iglesia que aquí se levantará, podremos recibir la fuerza y la gracia de los sacramentos para caminar seguros hacia la Patria celestial.
Después, junto con la Madre Margarita Bichi, colocó el tubo en la piedra y puso el cemento arriba y abajo del block en señal del inicio de la construcción de  la primera capilla de las Monjas Mínimas en México, que será dedicada a San Francisco de Paula.
Al terminar el rito la Madre María Margarita Bichi, como responsable de la Comunidad, dirigió unas palabras de agradecimiento a todos los presentes que nos habían acompañado.
La celebración finalizó con una sencilla merienda ofrecida por los Terciarios Mínimos con que obsequiamos a los presentes.
           Esta celebración significó para nosotras el primer ingreso oficial en la Diócesis de Saltillo y un paso importante para dar a conocer nuestro carisma.
           Damos gracias a Dios por todos los dones que nos ha concedido hasta ahora, pidiéndole que siga bendiciendo esta obra que El mismo nos ha encomendado, para que pronto podamos tener el gozo de verla terminada y poder vivir enteramente nuestra vida claustral contemplativa dentro del recinto de nuestro Monasterio.
 
Madre M. Margarita Bichi