Lipa (Batangas, Filipinas)
Visita del Cardenal

VISITA DE SU EMMª. CARDENAL GAUDENCIO ROSALES.
Lipa, 25 Julio, 2007

El pasado 25 de Julio visitó nuestra Comunidad su Eminencia Cardenal Gaudencio Rosales, antiguo Arzobispo de Lipa. Esta fue su tercera visita después de serle encomendada por SS Juan Pablo II, la Iglesia arciprestal de Manila en el 2004, y la primera desde que comenzaron las obras de nuestra Iglesia. Fue un gozo inmenso por ambas partes porque nutrimos hacia la persona del Cardenal Rosales verdaderos sentimientos filiales: el fue el que nos acogió en su archidiócesis de Lipa en 1999, cuando nuestra Comunidad en Daimiel decidió venir a Asia para extender nuestro carisma. El temor y la timidez propios de los desconocido se vieron pronto vencidos ante la sincera y calurosa hospitalidad del pueblo filipino, concretamente de los hermanos y hermanas en la fe representados por su Cabeza jerárquica en la persona de por aquel entonces arzobispo de Lipa, Monseñor Gaudencio Rosales. La nueva vida que nacía encontró los brazos acogedores de este verdadero padre y desde entonces un vínculo lleno de respeto y ternura nos une a él.

Esta vez le pedimos bendijera la maquinaria de hacer formas para la Eucaristía que constituye el medio de trabajo de nuestra Comunidad desde hace solamente un año. El mismo nos presto la ayuda de las oficinas del arzobispado de Manila para sacarlas del puerto a su llegada y nos ofreció bendecirlas una vez instaladas en el monasterio. Desde entonces no hemos olvidado su promesa y hemos querido mostrarle nuestro agradecimiento esperándole para recibir de sus manos esa prometida bendición de lo que será por muchos años, si Dios quiere, nuestro medio de servicio material a la iglesia de Lipa y también la fuente de sustento de nuestra Comunidad.

Después de la bendición le invitamos a visitar las obras de la Iglesia. Recorrió con nosotras la nave principal de la misma así como el coro y las demás estancias. Se admiraba de los trabajos realizados comparando nuestros primeros años de fundación viviendo en casas pequeñas y sin terminar de construir y bendecía a Dios con nosotras.

Antes de despedirse nos dejo una cariñosa reseña de su visita que reza así:

“ Que verdaderamente el Señor sea bendecido por haber permitido la fundación de la primera Comunidad de Hermanas Mínimas en Asia. Que la sencillez, la humildad y la pobreza y penitencia de los Santos como San Francisco de Paula, estén vivas entre nosotros en esta parte de Filipinas y Asia.
¡Vivan las hijas de Francisco de Paula- las Mínimas!
¡Que Dios os ame y os bendiga!

Gaudencio B. Cardenal Rosales,
Arzobispo de Manila
(anteriormente arzobispo de Lipa)”