Paola (Cosenza, Italia)
Un regalo inesperado
Sábado, 21 de mayo 2011, la Comunidad ha recibido la visita del Rev. Padre Laino Ottavio, Postulador General de la Orden de las Causas de los Santos, que estaba de paso en Paola para trabajar en la Causa de Canonización del Beato Nicolás Saggio da Longobardi, ha visitado la comunidad por la tarde.

Después de exponer brevemente la trayectoria actual de la Causa, quiso dotar a la Comunidad de una reliquia del Beato Nicolás, un pequeño fragmento de hueso, tomada el pasado 2010, durante el traslado de las Santas Reliquias desde el convento de San Francisco de Paula ai Monti (Roma) a Paola.

Ante todas las hermanas, el padre Laino ha firmado el primer certificado de autenticidad de la reliquia y ha hecho donación, junto con la mismo, a la Reverenda Madre María de los Ángeles Martín, Correctora de la Comunidad. "He sentido la inspiración interior de donarla a vosotras -dijo el Padre en el momento de la entrega – La dejo en esta Comunidad, para que sea custodiada, venerada y hecha venerar”.
De forma privada, la reliquia fue inicialmente llevada al coro en una pequeña ceremonia de acogida. Entre los diversos momentos de oración, tanto personal como comunitaria, la Revda. Madre ha puesto de relieve, en una meditación comunitaria, algunas virtudes que han caracterizado sobre todo la vida del Beato Nicolás: su gran humildad, la obediencia de la fe y la contemplación; virtudes dependientes y entrelazadas entre sí, y que en él, se han unido de modo armónico y han sido vividas en grado eminente según el espíritu de la Orden. Fianlmente, la reliquia se ha llevado en procesión a la sala capitular del monasterio, donde se conserva y venera.

Agradecidas por el don que hemos recibido, una vez más renovamos nuestro humilde agradecimiento al Rev. Padre Ottavio Laino por el don hecho a nuestra comunidad; al Beato Nicolás por habernos manifestado en la persona del Padre Postulador, su amor fraternal, dignándose de hacernos el don de su presencia como garantía de su silenciosa pero segura cercanía a nosotras, y en nosotras, a todas las Hermanas de la Orden.

Su continua intercesión ante el Señor, obtenga para nosotros y para todos sus devotos, las gracias que más necesitamos para poder servirle con amor siempre renovado e incondicional, así como el beato Nicolás nos ha enseñado con su vida y nos recuerda con su presencia.