Orar
Jesús es el Tesoro
JESÚS ES EL TESORO
¿Qué es eso del Reino de los cielos? ¿En este mundo tiene espacio, lugar o es una utopía lejana de la realidad?

El Hijo de Dios, Jesús, vino también en tiempos difíciles y vino a traer y a sembrar el tesoro del Reino de su Padre. Vino a anunciar el Reino de los cielos y nace de una Virgen y se oculta 30 años… pero estaba sembrando el Reino y cuando sale a la vida pública… muy pocos le siguen y al final los más cercanos le dejan solo… tiene una manera desconcertante de hacer las cosas, Jesús es un fracasado social… que viene con un proyecto… pero dejó la semilla, como el grano de trigo que muere… y al tercer día resucitó… y JESÚS VIVE, el SEÑOR, y se está haciendo un gran árbol…

Hoy el Señor nos dice algo maravilloso, quien encuentra esta semilla, se vuelve loco de alegría, cuando una la encuentra, todo adquiere otro sentido, y se ven las cosas de manera distinta…
¡Cuántas cosas adquirimos para no usarlas nunca!

Hoy nos habla el Señor que cuando uno encuentra la semilla, lo vende todo… para adquirirla… Hay que hablar de Jesús, del Reino de Dios… Quien se encuentra con Jesús, cambia radicalmente de vida, es el TESORO, uno se vuelve loco de alegría… Jesús es la riqueza, todo lo demás da igual, JESÚS ES LO PRIMERO.

¿Hemos encontrado nosotros el tesoro? Los que practicamos la fe, los que venimos a misa, los que rezamos… Jesús es el tesoro de nuestra vida, cuando nos despertamos en la mañana, en el trabajo, al acostarnos… ¿Es Jesús el Tesoro? ¿Vivimos con pasión la fe? ¿Nos entusiasma Jesús? Cuando uno vive a Jesús, el Reino, la riqueza, todo… cuanto nos acontece… ¿Cómo reaccionamos? ¿Sobrellevamos con valentía las dificultades, enfermedades, contrariedades…, confiamos en el Señor?... porque Jesús es el Tesoro.

Vamos a pedirle al Señor que nos dé la sabiduría para acertar en la vida. Que valoremos el Tesoro. Tenemos la posibilidad de que Jesús sea nuestra salud, la riqueza… Que el Señor nos llene con su gracia para encontrar la riqueza del Reino de Dios que es JESÚS.

(Extracto de la homilía de este Domingo XVII, por el P. Carlos Cano, pasionista, en la iglesia de las Monjas Mínimas).