La Federación
Cursillo 2014
CRÓNICA DEL CURSILLO 
Octubre 2014

Durante los días 3 al 11 de octubre nos reunimos en el Monasterio de Mora de Ebro las junioras y profesas de las Comunidades de Valls, Antequera-Archidona, Daimiel y Jerez, para realizar el cursillo sobre “Oración y Ascesis Mínima”. También participamos en las III Jornadas de Espiritualidad Mínima, que este año trató sobre la familia: “Somos familia” era el nombre de las jornadas.
Estábamos reunidas bajo la dirección de M. Magdalena López, Presidenta Federal y M. Mª Ángeles Martín, superiora de la Comunidad de Paula-Mora.
El día 3 el P. Franco Mª Pascucci, mínimo de la comunidad de frailes de Sevilla, nos dirigió una plática sobre la familia espiritual de San Francisco de Paula, quiénes las formamos y el objetivo común que nos une: ascender en la práctica de los consejos evangélicos.
En las horas de la tarde, el Rvdo. Mn. Juan Antonio Guerola, delegado diocesano para la pastoral de la familia, nos dirigió una conferencia sobre “La familia cristiana hoy, retos y esperanzas”, en la que nos habló de lo que la Iglesia hace y está llamada a hacer por la familia.
El día 4 nos encontramos con la Dra. Gabriella Tomai, OMS, que nos dirigió una plática sobre “La familia cristiana en la experiencia de los hijos de San Francisco de Paula”, en la que desarrolló cómo los seglares mínimos están llamados a vivir el Evangelio en la familia, siendo luz para los otros. Como abogada nos comentó cómo la ley protege al menor no sólo a nivel de Italia, sino mundial, y que la mayoría de los fracasos matrimoniales o de parejas de hecho se debe a la inmadurez humana y afectiva de la pareja.
El día 5 por la mañana, el P. Franco nos habló sobre” San Francisco y su familia”, cómo ésta influyó en su vida. También nos hizo una breve reseña sobre San Nicolás de Longobardi.
En las horas de la tarde, M. Mª Ángeles nos habló sobre “La familia en la experiencia de nuestra Venerable Sor Filomena Ferrer”.
Los conferenciantes dirigían la plática primero a la Comunidad, en el locutorio del Monasterio, y luego al público asistente en la sala de conferencias de la casa de espiritualidad.
Al final de cada jornada se celebraba la Eucaristía.
Desde el día 6 hasta el día 10 se desarrolló el cursillo sobre “Oración y Ascesis Mínima”, dirigido por M. Mª Ángeles Martín.
Nos habló sobre la vida interior y cómo ésta es el alma de la vida espiritual, haciéndonos comprender que nuestro fin como cristianas y consagradas es unirnos a Dios, llegar a la unión mística, al matrimonio espiritual.
No es un camino fácil, ya que el hombre es un ser muy complejo.
Partimos del hombre redimido: persona humana elevada a la filiación divina. Gracias al sacramento del Bautismo la Santísima Trinidad, Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, viene a habitar dentro de nosotros y nos transmite su vida, nos hace hijos suyos, empieza a existir dentro de nosotros esa vida divina.
A raíz del pecado original el hombre rompe con Dios, con el otro y consigo mismo, se hace esclavo de sus pasiones, gustos, sentimientos, etc... y se deja llevar por ellos. Es el hombre viejo que todos llevamos dentro.
Para vivir esa vida divina, ser un hombre nuevo el hombre debe convertirse de corazón y hacer penitencia, ordenar sus sentidos, sentimientos, fortalecer la voluntad, trabajar la inteligencia, practicar las virtudes, obviamente que también frecuentar los sacramentos, sobre todo la Eucaristía y la reconciliación. Para llevar esto a cabo, utiliza la ascesis, la mortificación, la penitencia —como dice San Pablo: “Tengo mi cuerpo a mi servicio”—, junto con la oración, que es la que lo lleva a vivir en presencia de Dios y llegar a esa unión con Él.
Nuestra Regla está diseñada para vivir esa vida interior y llegar a la contemplación: el capítulo I nos indica el cómo; el capítulo II nos indica por dónde; los capítulos III al VII son la ascesis mínima; y el capítulo VIII es la mística, el vivir en Dios para “alcanzar la gracia y la gloria sempiterna”.
Así lo han vivido las hermanas que nos han precedido, como nuestras Venerables, las Beatas Mártires de Barcelona y, el ejemplo más de actualidad, San Nicolás de Longobardi, o como M. Socorro de la Comunidad de Archidona.
Para ayudarnos en este camino espiritual nos entregaron el libro “El Alma de todo Apostolado” de Dom J.B. Chautard, abad cisterciense.

Una Hermana, Mv