|
¡DEJA TU TIERRA!
de México a Grottaferrata…
El 8 de septiembre de 2002, fiesta de la Natividad de la Beata Virgen María, para la comunidad ha sido un día muy particular: la profesión religiosa de la primera vocación mexicana, Sor Maria Gabriela del Verbo Encarnado.
En un clima de mucha alegría interior y de gratitud a Dios por el gran regalo de esta vocación, esperanza de una futura extensión del carisma mínimo en aquellas tierras lejanas, toda la comunidad ha vivido momentos de fuertes emociones.
La S. Misa con el ritual de la profesión ha sido presidida por el Rvmo. Padre General de los Mínimos, P. José Fiorini Morosini, con la participación de numerosos hermanos Mínimos y otros sacerdotes, además de amigos y conocidos de la comunidad.
Los padres de la neo-profesa, que vinieron desde México, estaban muy emocionados y orgullosos de haber dado a Dios la primera de sus hijas, aunque su papá antes se había opuesto a esta decisión y a duras penas le había dado el permiso.
La Iglesia del monasterio, estaba repleta y parecía un preludio del paraíso. En todos los participantes se veía una gran conmoción por la generosidad de esta joven que se consagraba a Dios en su plena juventud, haciendo de su vida un don total a Él para la salvación de los hermanos.
Fuerte impresión y entusiasmo ha suscitado sobre todo en las novicias y postulantes, sus compañeras en el camino de formación, también ellas de México, que se están preparando a alcanzar la misma meta.
Confiamos a la intercesión de San Francisco de Paula, nuestro Padre y Fundador, y de la Virgen de Guadalupe, patrona de México, la perseverancia de la neo-profesa y la difusión del carisma de las Monjas Mínimas en tierra mexicana, esperando que este primer "Sí" pueda ser semilla fecunda de nuevas vocaciones.
|